Después de conquistar Panamá el pirata Morgan recogió un tesoro en oro, plata y piedras preciosas, el más grande obtenido en la piratería del caribe. La fama de este Tesoro de Morgan se difundió por todo el mundo.
Dice la tradición que Morgan reunió todo el tesoro en un cuarto, el cual llegaba hasta el techo.
Después de repartir el tesoro con sus compañeros piratas, Morgan lo enterró en un lugar especial en las islas de San Andrés y Providencia, en una cueva ( de hay el nombre “La cueva de Morgan”). Cuatro de sus esclavos favoritos se ofrecieron cuidar el tesoro, ellos fueron decapitados y sepultados al lado del tesoro por el propio Morgan.
Dice la leyenda, que el codiciado Tesoro de Morgan se encuentra en un lugar embrujado de la isla. Quien lo encuentre, debe cumplir determinados pactos a medianoche, antes de dar con él. Sus espíritus cuidanderos los esclavos decapitados por Morgan, son los vigilantes, y los que causan males a las personas que no cumplan con los pactos.
Una de las maldiciones es pasar el resto de la vida en silla de ruedas, y con enfermedad de parálisis. Se dice que algún día se revelará el secreto de Morgan para fines nobles en cumplimiento de la evolución espiritual del mundo.